domingo, 11 de mayo de 2014

Distancia hasta un andén

Me empujas a correr detrás
del tren,
no vaya a ser que perdamos
                               los sueños…
y yo salgo corriendo,
y me monto.


Y pregunto al regidor si
vamos en la dirección
correcta.


Y tu me asistes y el asiente
y yo busco el asiento que no tengo
y me acurruco en la ventana
y te veo lanzar                  besos…

y decirme adiós con la mirada,
y
         agitar la mano
y hacer como que lloras,
y yo como que río,
y el mundo como que todo  
                                    es perfecto.


Pero me late el corazón en modo triste,
le hacen coros de nostalgia los raíles
y me canta mi cerebro un
                           “me has decepcionado”.


Solo queda rellenar el formulario del cobarde,
mandarlo por correo dirección
                                    “que nunca se repita”
y aceptar por esta vez a la distancia,
mientras odio un no decir lo que
tenia que ser dicho.


Me queda escribir esto,
para recordar que las cosas
nunca son como parecen
y plantearme en que otros cuerpos abandono
todos los abrazos
                        que llevaban tu nombre.



2 comentarios:

  1. ohhhhh, iba a escribirte pedo...pero me he puesto tristona con tu partida en tren!
    Así que lo dejo para la próxima =)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. jajajaja haberlo escrito, porque sino siempre te va a pasar lo mismo en este blog...pocas cosas pegarán con "pedo" =P
      Supongo que eso es un "me ha gustado" encubierto, o eso espero ;)

      Eliminar